Todo estaba listo
para el enfrentamiento entre Michael Chiesa
un especialista en sumisiones por el Equipo
Faber (elegido por Urijah tras su victoria pasada), contra Jeremy Larsen del Equipo Cruz.
The Ultimate Fighter Live se ve en
vivo cada viernes por la noche en canal FX en los EUA. También pueden ser vistas repeticiones por FUEL TV, y los lunes en español por FOX Deportes. En Latinoamérica el show
no está disponible en vivo, pero los capítulos pueden verse en UFC.tv y en UltimateFighter.com
El capítulo
inició con la celebración del equipo Faber, contentos y emocionados por el
siguiente combate. El rencor entre
ambos entrenadores se siguió viendo cuando Urijah dijo a la cámara: “Me gusta
que Dominick tenga esa sensación ahora”. Por su parte, el campeón Dominick Cruz en clara referencia a su última victoria
sobre Faber en UFC 132: "Perdimos,
qué se le va a hacer. Ahora sé lo que se siente ser Faber, y apesta ser Faber”.
También se vio a Dominick diciéndole Myles Jury que no se disculpara por la derrota, que de eso trata el
juego y que debía aprender de esto. Sam
Sicilia del equipo Cruz fue puesto en predicamento pues es el mejor amigo
de Chiesa y no quiso platicar nada de su estilo cuando Dominick Cruz se lo
preguntó en el vestidor delante de todos. Dominick puso como ejemplo a Mike “Hulk” Easton también peleador de
UFC, y quien pertenece a su equipo de entrenamiento y estaba presente. “Mike,
tú y yo somos amigos. ¿Qué pasa si tenemos que pelear?”, Easton sin miramientos
simplemente dijo: “Voy a intentar arrancarte la cabeza”. “Así es esto” concluyó
Cruz.
Luego en la casa
Chiesa y Sicilia platicaron en un momento incómodo, sin que fuera muy larga ni
detallada su plática. Chiesa mejor optó por irse a dormir. De vuelta al
gimnasio, Cruz no dudó en preguntarle a Sicilia sobre las debilidades de
Chiesa, a lo que este dubitativo le dijo que era su amigo y no quería ser un
soplón.
“Lo que trato de
hacer, porque es mi trabajo es que ustedes ganen, no es mi trabajo que sean
amigos ni hagan amigos, ustedes
pueden pelear ahora o luego en UFC, es una posibilidad, y debes estar listo” le
respondió el entrenador del equipo rojo y actual campeón peso gallo del UFC. “Me
está ayudando, me está preparando para el UFC”, dijo Sicilia después, ya
consciente de una situación que suele ocurrir en el UFC, a veces sin rencor, otras veces de forma terrible
como la próxima pelea de campeonato que tendremos en UFC 145 entre los ex compañeros de entrenamiento y amigos Jon Jones y Rashad Evans, hoy en día muy molestos el uno con el otro y con
ganas de solucionarlo todo en el Octágono.
Chiesa era un
poco centro de atención, pues en el primer capítulo ya estando en la casa fue
notificado sobre la muerte de su padre,
quien se encontraba ya enfermo cuando logró entrar a la casa de TUF, y él mismo
le dijo que si algo sucedía, no saliera ni renunciara, que lo estaría viendo.
Ya en los entrenamientos, Faber se dedicó a practicar sobre todo sumisiones y
derribos de su pupilo de quien dijo: “Es largo, es como tener una araña arriba
de ti. Va a ganar”.
Un inconveniente
surgió con Chris Tickle, uno de los
aspirantes más fuertes de toda la casa pero quien también ha demostrado cierta
apatía y quejas, y Dominick demostró por qué es el campeón al presionarlo.
Primero el doctor llamó al entrenador de origen mexicano, para comentarle sobre
el pie y dedo de Tickle. Cruz de inmediato le dijo que ante una lesión tendría
dos opciones, salir de la casa o recuperarse y seguir. Tickle se sintió
ofendido incluso, y dijo que se quedaría, que seguiría, incluso cuando Dominick
le dijo que lo presionaría al máximo.
Pero al día
siguiente Tickle mostró de nuevo esa actitud, cuando entrenaba boxeo y quiso
terminar antes por tener dolor. Dominick no se lo permitió, recogió sus guantes
y lo obligó a ponérselos de nuevo y entrar a hacer sparring al Octágono, donde
se vio cansado hasta que al término del primer round y se dirigió sin decir
nada al baño. “Me da coraje porque tiene el potencial para ser el ganador y no
lo aprovecha” dijo Cruz con bastante frustración, y siguiendo con Larsen, quien fue su compañero de
entrenamiento hace muchos años: “No puedes quebrar a este tipo. Es uno de esos que
derribas, noqueas, le pones el pie en la cara y de todas formas se va a
levantar sólo por molestarte, aunque sepa que no puede ganar, ese es Jeremy (Larsen)”.
Quien por su parte comentó muy sereno: “Si no fuera por las MMA estaría muerto
o en la cárcel, iba por el camino incorrecto”.
Pero el momento
de la pelea había llegado, y tras ver el pesaje,
sumamente intenso en donde como verdaderos profesionales parecían estatuas sin
que nadie se atreviera a moverlos, llegó el momento y ambos salieron de sus
vestidores al Octágono.
La pelea fue casi
toda para Chiesa sin dudas y así lo vieron los jueces quienes le dieron la
victoria por decisión unánime,
dominó el ritmo y supo utilizar su mayor estatura para lograr llevar a Larsen
contra la reja y luego derribarlo. En el primer round cometió una rodilla
ilegal sobre Larsen quien se encontraba en tres puntos, pero no fue
intencional, aún así el referí detuvo el combate para que Jeremy se recuperara.
En el segundo supo controlar más y mantuvo el ritmo para no perder la ventaja
por el error de la rodilla, además consiguió otro derribe.
“Te amo mamá. Te
amo. Le dedico esta pelea a mi madre y a mi padre. Es lo que él quería, que yo
siguiera aquí”, dijo Chiesa a la cámara al
ser declarado ganador unánime, aunque Larsen no lo vio así y pensó que
empataron por la rodilla ilegal y dijo: “Soy un guerrero y de esto se trata”.
El marcador quedó
empatado dos victorias por bando, y fue Faber quien pudo elegir nuevamente el
combate siguiente y de inmediato fue justamente por el polémico Chris Tickle y lo puso contra Joe Proctor de sus alumnos, pelea que
se llevará en vivo el próximo Viernes 13
de Abril.