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“Todos los
peleadores sienten en su corazón y creen que van a ser campeones y por eso pelean. Yo tengo claro que en algún momento va
a pasar y por eso me entreno” – Ben Henderson
La última fotografía que tenemos de Ben Henderson en nuestra mente es, tal
vez, el peor momento de su carrera en los últimos años. Anthony Pettis se impulsaba contra las rejas y le impactaba una espectacular
patada en la cabeza, lo hacía caer al piso y le robaba el cinturón de campeón liviano
de WEC tras una reñida decisión.
Más de cuatro meses después, Henderson
tendrá la posibilidad de borrar esa imagen cuando haga su debut en UFC y se
enfrente con el canadiense Mark Bocek
como parte de la cartelera televisada del UFC
129: St. Pierre vs. Shields.
Muy pocos lo conocen y por eso la
decisión de presentarlo en sociedad. 27 años, 12 victorias, 2 derrotas, campeón
de peso liviano de WEC con una defensa exitosa y participante de la mejor pelea del año 2009 frente a
Donald Cerrone (cinturón interino de por medio).
Zurdo, muy rápido a la hora de
intercambiar golpes y excelente a la hora de buscar sumisiones. Pero su
principal característica es que no se rinde jamás. Con la ayuda del yoga, obtuvo una gran flexibilidad y lo
demuestra al no sucumbir ante ninguna palanca o estrangulamiento que intente su
rival.
Por eso ante Mark Bocek, uno de los mejores en cuanto a llaves se refiere en las 155
libras, tendrá una prueba de fuego.
“Será una pelea muy complicada, pero
quiero que mi debut en UFC sea perfecto, así que buscaré la victoria”,
comenta Henderson.
La derrota ante Pettis, además de
quitarle el cinturón de WEC, lo privó de obtener una oportunidad titular ante
el ganador del combate entre Frankie
Edgar y Gray Maynard. Pero no
por eso se dio por vencido.
“Todos tenemos puntos altos y bajos en
nuestras carreras. Mis últimas cuatro peleas habían sido fantásticas y el combate con Anthony también lo fue. Ahora espero
que mi nivel siga aumentando y pueda mantenerlo durante mucho tiempo más. Me
quedan bastantes cosas por mejorar”, reconoce.
“Estoy listo para pelear mañana.
Cortaría las libras que necesito ahora, doy el peso a la noche y entro al
octágono. Me enfrentaría contra quien UFC quiera, cualquier peso liviano del
mundo. Me gusta tener tiempo entre los entrenamientos para mejorar en mi
técnica, obviamente, pero ya no puedo esperar más, necesito sentir la adrenalina de un combate”, dice
ilusionado porque llegue el tan ansiado día.
Y cada vez falta menos para el 30 de
abril, noche en la que Ben Henderson ingresará por primera vez al octágono más famoso del mundo y tendrá
la oportunidad de mostrar su valía. Las horas de preparación no han sido en
vano y querrá demostrárselo a Mark Bocek.
55 mil almas colmarán el Rogers Centre
en Toronto, Canadá y la mayoría estarán a favor del peleador local. Pero Henderson hará oído sordos y se
enfocará en su objetivo: conseguir el triunfo para acercarse al cinturón de
campeón más codiciado por todos, el de UFC.